Como “por arte de magia” disminuyen las algas de las playas de la Rep. Dom.
BAVARO, República Dominicana.- Las algas pardas o marrones
(sargassum) han desaparecido “como por arte de magia” de las playas de
la República Dominicana, dando un respiro a la industria hotelera local,
la cual en los últimos tiempos estaba preocupada por la creciente
afluencia de estas especies vegetales marinas.
Empleados de hoteles de aquí afirman que las algas comenzaron a
desaparecer “dos o tres días después” del paso hace ya casi tres semanas
de la tormenta tropical Erika, la cual ocasionó lluvias en
prácticamente todo nuestro territorio.
Periodistas de ND
visitaron este sábado Bávaro y Punta Cana y comprobaron que la mayoría
de las playas lucen limpias y con el esplendor que las caracteriza, con
una buena presencia de turistas. Una situación similar se registra,
según reportes, en las playas de Juan Dolio y Guayacanes, ubicadas
también en la región Este, pero más cerca de la capital del país, Santo
Domingo.
El problema de las algas o zargasos no era exclusivo de la República
Dominicana. También se ha registrado en México y en prácticamente todos
los países que colindan con el Mar Caribe. De acuerdo con el Centro de
Estudios Marinos de Galveston, Texas, en los últimos meses dichas
especies han cubierto las costas caribeñas llevadas por corrientes
marinas alteradas debido a los pronunciados cambios de temperatura y, en
general, de clima.
En México la Asociación de Hoteles y funcionarios de la Zona Federal
Marítimo Terrestre, Zofemat, confirmaron que todos los destinos
vacacionales de la zona han tenido un problema semejante.
En la República Dominicana era motivo de preocupación debido a las
molestias que causaba a los turistas, los cuales en su mayoría vienen
atraídos por la calidad de las playas. Hoteleros trataron de detenerlo
con un sistema parecido al que se usa cuando ocurre un derrame de
petróleo: una barrera flotante que en su parte superior lleva
flotadores de politileno y en la parte sumergida una tela resistente a
los rayos ultravioletas y al agua. La malla se sumerge unos 40
centímetros para que el alga choque en la barrera y no entre al área de
playa.
Se ignora si, tras el paso de la tormenta tropical, en México y
otros países que colindan con el mar Caribe ha desaparecido también el
problema.
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